El manejo del tiempo, cada día es una queja más fuerte y persistente en los matrimonios. A él se atribuye el olvido, el cansancio, la monotonía, la falta de comunicación, el desinterés y la falta de atención entre los cónyuges.
Iglesia Cristiana PAI – Ministerio de Familias Devocional Julio 10 /2019
El tiempo es otra puerta que el cristiano, debe administrar; recuerde que, en esta serie, estamos revisando puertas que deben ser protegidas para que la desgracia no llegue a su matrimonio.
Pues bien, es cierto que, cada día trae su propio afán; lo manifestó Jesús en Mateo 6:25-34; para hablarnos acerca del afán y la ansiedad; igual Salomón, reconoció, que todo tiene su tiempo en Eclesiastés 3; bajo la voluntad del Padre Celestial, la vida marital no tiene que ser un caos, ni una lucha diaria en contra del tiempo; El Señor provee el tiempo para todo y cuanto más para los que se conducen en su voluntad. De acuerdo a Juan 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (RVR 1960).
Jesús saca a la luz, las intenciones del diablo, en medio de su actuar en contra del matrimonio, usa el tiempo en detrimento de las relaciones maritales, estorbando toda comunión y unidad que debe existir entre los cónyuges; pero no nos deja solo con el enunciado y revelación; nos permite ver que en Él todo esto tiene solución, vino para dar una vida en abundancia, inclusive en el tiempo; de tal forma que se logre coordinar el tiempo de Dios, y haya tiempo de la cotidianidad sin afectar el tiempo de la familia.
Pablo, recomienda en Efesios 5:22 “aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.” (RVR 1960), implica para la pareja estar atentos, en comunión y en unidad, utilizando sabiamente el tiempo, sin dejarse robar las bendiciones que Dios ha traído a su hogar, siendo de vida y en abundancia.
El uso adecuado del tiempo, requiere definir una planeación que lleve a la unidad, a la comunión, al logro de objetivos y sueños, como del espacio específico y esencial en la vida marital y familiar.
Recuerde que no es solo cantidad, sino, calidad de tiempo que la familia requiere, son dos elementos esenciales, en las relaciones maritales; es un principio de comunión y unidad. El tiempo de calidad de una relación, es directamente proporcional a la cantidad de tiempo que usted dispone para su cónyuge y para su familia. Es una trampa, que el comercio y el consumismo, quiere implantar cuando habla de solo tiempo de calidad; pues para llegar a la armonía del hogar, se requiere del tiempo de comunión, es decir, se habla de cantidad; para mejorar las relaciones conyugales, se requiere de calidad y cantidad; apoyados en la base Espiritual en Cristo como partícipe del hogar.
Pablo Picasso, manifestó: “La inspiración existe, pero tiene que encontrarnos trabajando”; esa inspiración y logro era el constante trabajo y tiempo que dedicó a sus obras; en la obra del cristiano, es trabajarle y dedicarle tiempo no solo de calidad sino de cantidad a sus seres amados. Dios propicia para que esta puerta tenga el resultado de la bendición; apropiémonos que él es Padre y no duerme velando por sus hijos. “He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel. Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha”. Salmo 121:5-4 (RVR 1960)
La clave de logro en la administración del tiempo y de las bendiciones está dada por Jesús: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” (RVR 1960). Seguir sin separarse de Dios, permite tener frutos y en abundancia; tener esos frutos requiere del cuidado, la destreza y la pericia del cultivador; en este caso la pareja, que se mantiene pegada al Padre, tendrá el tiempo para generar unos buenos frutos como parte de su crecimiento conyugal y espiritual; siendo entre otros: atención, comunicación, interés, creatividad en la relación conyugal, sacar proyectos en familia, y el compartir en su intimidad.