Texto Principal: Juan 16:23-24; Marcos 11:24-26
Predicación Pastor Enrique Torra 17 de Mayo 2020
Introducción: El Señor Jesucristo nos dejó en las Sagradas Escrituras todo lo que debemos saber sobre la oración. Él dijo en (Marcos 11:24): “crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán”. No tenemos que orar toda la noche, al creer, recibimos la respuesta.
I. LA ORACION EN EL NUEVO PACTO (Juan 16:23-24)
Cuando el Señor Jesucristo dijo estas palabras acerca de la oración, aún no había ido a la cruz del Calvario, no había muerto y por lo tanto no había resucitado. No había ascendido al cielo, él estaba aquí en la tierra. Aún no estaba en vigor el Nuevo Pacto, el hombre tenía la promesa de redención, pero aún no había sido redimido.
II. LA ORACIÓN DEBE SER DIRIGIDA AL PADRE (Mateo 6:9).
La oración basada en el terreno legal debe ser dirigida al Padre (Juan 16:23).
III. LA ORACIÓN EN EL NOMBRE DE JESÚS
Jesús dijo que el Padre nos dará todas las cosas que pidiéremos en Su nombre..
IV. CREAMOS QUE YA TENEMOS TODO LO QUE ESTAMOS PIDIENDO EN ORACIÓN
Dios es un Dios de fe, y nosotros somos hijos de fe, de un Dios de fe. Dios obra de acuerdo con el principio de fe: Fuimos salvos por fe (Efesios 2:8-9). Andamos por fe y no por vista (2 Corintios 5:7).
V. CUANDO ESTEIS ORANDO, PERDONAD (Marcos 11:25).
Antes de esperar la respuesta a la oración, debemos perdonar a los que nos hayan hecho daño.
VI. DARLE GRACIAS Y ALABAR A DIOS POR LA RESPUESTA
Dele gracias a Dios por la respuesta, no es necesario volver a pedir por lo mismo, manténgase dando gloria a Dios (Romanos 4:20). “Abraham dio gloria a Dios”.
Conclusión. Debemos guardar nuestro hombre interior con toda diligencia. No podemos permitir que esas raíces de amargura, odio, venganza, rechazo y falta de perdón, destruyan nuestra vida espiritual. Esto obstaculizaría nuestras oraciones, dañaría nuestra fe y nos causaría grandes perdidas, tanto físicas como espirituales. Recuerde: Todo lo que usted necesita lo puede recibir por la oración de fe, pueden ser cosas físicas, espirituales o financieras, ore al Padre en el nombre de Jesús, creyendo con la fe del corazón, no con la de la mente y las recibirá.