EL DECÁLOGO DE LOS TRIUNFADORES
LA MENTALIDAD DE DESIERTO
FUNDAMENTOS BÍBLICOS PARA LA PROSPERIDAD FINANCIERA
Textos: Deuteronomio 28:11; 3 Juan 2; 2 Corintios 8:9; Efesios 1:3.
Introducción. “Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo? (Salmo 11:4). Cuando hablamos de fundamentos, hablamos de principios. Al hablar de principiosnos estamos refiriendo a leyes.
I. ¿QUÉ ES LA PROSPERIDAD?
La prosperidad es la manifestación de la BENDICIÓN de Dios en todas las áreas de nuestra vida. La persona prosperada goza de salud física, mental, seguridad, está completo, es exitoso, victorioso y disfruta de la sobreabundancia. La Biblia dice: “La bendición de Jehová es la que enriquece y no añade tristeza con ella” (Proverbios 10:22); Malaquías 3:10. Algunas palabras hebreas para prosperidad son:
- ‘tob’, que significa bueno, bienes, abundancia, bienestar y éxito (Deuteronomio 10:13).
- ‘shalvá’ significa seguridad, abundancia, descanso, paz (Jeremías 22:21).
- ‘shalóm’ significa bienestar, estar seguro, feliz, dichoso y victorioso (Job 21:13).
II. LOS FUNDAMENTOS PARA LA PROSPERIDAD.
La prosperidad en los creyentes, deben estar fundamentadas en los principios bíblicos.
- Primero el Reino de Dios (Mateo 6:33) “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.
- Diligencia en el trabajo. La base natural de la prosperidad es el trabajo diligente, esforzado, paciente y constante.
- La pobreza viene por la pereza. El ejemplo de la hormiga (Proverbios 6:6-11).
- José fue diligente en su trabajo y el Señor lo prosperó. “Todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano” (Génesis 39:1-4); (Génesis 39:23).
- Honrar a Dios con nuestros bienes. “Honra a Jehová con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; entonces tus graneros estarán colmados con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto» (Proverbios 3:9-10)
- Las Primicias (Deuteronomio 18:4-5);
- Las Ofrendas (Hebreos 11:4) “Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas”;
- Los Diezmos (Deuteronomio 14:22-26) “Indefectiblemente diezmarás todo el producto de tu grano…”.
- ABRAM diezmó de todo lo que tenía: (Génesis 14.20) “Y le dio Abram los diezmos de todo”. Abraham era rico, tenía mucho ganado y 318 criados nacidos en su casa.
- JACOB fue un diezmador: (Génesis 28.22) “De todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti”.
- MOISÉS escribió de los diezmos: (Levíticos 27.30) “… de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová”. Los diezmos son los recursos de Dios para la extensión de Su Reino través de la iglesia “… y haya alimento en mi casa…” (Malaquías 3:10-11).
- Administrar con sabiduría los recursos. (Proverbios 8:12) “Yo, la Sabiduría, habito con la cordura y hallo la ciencia de los consejos”. (Proverbios 8:14-18) “Conmigo están el consejo y el buen juicio; Yo soy la inteligencia, mío es el poder. Por mí reinan los reyes, y los príncipes determinan justicia. Por mí dominan los príncipes, y todos los gobernadores juzgan la tierra. Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan. Las riquezas y la honra están conmigo; riquezas duraderas, y justicia”.
- Ahorrar para cuando venga la calamidad. Tenemos como ejemplos a José y las hormigas: (Génesis 41:46-57); (Proverbios 6:6-8)
- Ser generoso. Jesús dijo: “Dad y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo, porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir” (Lucas 6:38); (2 Corintios 9:6-8); (Proverbios 11:25)
- Cree que Dios quiere prosperarlo (Hebreos 11:1). Lo que Dios ha dicho acerca de la prosperidad financiera es exclusivamente para usted, créalo (Proverbios 10:22) “La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella”. (2 Corintios 10-11)
Conclusión. Dios quiere prosperarlo (Deuteronomio 28:1). Acepte el plan de Dios para su vida. Construya su economía sobre los fundamentos bíblicos y Dios hará lo que ha dicho que hará. Él dice: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Juan 2)